autor naturalista

AUTOR

 

No tengo muy claro haber leído más de lo que he escrito, por lo que más que “escritor” al uso se podría decir que soy “autor”. Un guardabosques neorrural que – por mera integración vital en medio forestal objeto de trabajo - ha tenido ocasión de asumir experiencias sistémico-literarias agazapadas en la foresta dispuestas a asaltar a quien reparase en su interior.

 

AUTCREACIÓN SISTÉMICA

Del mismo modo que la Naturaleza enseña que siempre que a un sistema vivo se le infringe un impacto el ecosistema no cesa hasta recobrar su equilibrio, cuando a un sistema social se infringe una sustracción individual o histórica - tarde instantes o tarde siglos – el sistema en cuestión no ceja hasta forjar a quien lo ponga de manifiesto y lo restituya.




PERFIL PERSONAL

Casi por prolongación de  mis sueños infantiles obtuve destino como guardabosques del Monte la Sauceda en las postrimerías de la Transición Española. Hacía un par de semanas que lo había conocido como excursionista y aquel mismo verano de 1981 me vi encabezando la mesa de conferencias de los turnos del Campo Internacional de Trabajo, que durante años convocó a jóvenes voluntarios de todo el mundo – de escasa diferencia de edad conmigo – y que venían a contribuir en la restauración de ruinas, del barrio principal del vasto y secular diseminado de la Sauceda.


Tanto cargaron en mí los requerimientos e inquietudes de la energía secular que yacía en los escondrijos de esta foresta, que mis superiores juzgaron necesario separarme - al menos temporalmente - de todo esto. Y fue durante los 90, en el destierro en la Sierra Norte de Sevilla y sus vicisitudes aledañas donde comenzó a tomar consistencia el relato escrito que hoy es nubes en el corazón.

 

 

Desde el principio recibí insinuaciones claras, sutiles, contrapuestas o veladas… de que había cosas que demandaban ser contadas. Mientras conversaba con mis vecinos - supervivientes del relicto diseminado - o grababa su peculiar folklore - a base de fandangos abandolados, polcas y jeringosas - se me arrancaban con aquello de “aquí pasó…” Casi siempre referido al episodio más reciente de la guerra civil[1], pero con el trasfondo de quien se sabe transmisor de secretos y vejaciones sistémicas que no pueden terminar sepultados por el olvido.

 



[1] Objeto de un segundo libro en preparación sobre la Sauceda.

 

 



 

 

Durante la primera década se me requería a menudo para acompañar las visitas al bosque, dar charlas o conferencias en este u otros centros de interés. El relato se iba escribiendo y reescribiendo de tantas formas en mi mente que sus oyentes comenzaron a proponer que lo plasmara en un libro.